Los Mercados, una forma de poder ciego y lineal. Brevísima descripción física.
Aristóteles consideraba al hombre un animal social (zoon politikon) que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad, el Estado, pero para él el Estado era como una especie de ser natural que no surge como fruto de un pacto o acuerdo. En el siglo XVIII Jean Jacques Rousseau escribe el Contrato social, una obra sobre filosofía política que trata sobre la libertad e igualdad de los hombres bajo un Estado instituido por medio de un contrato social. En esta idea se encuentra la base de lo que sería la Revolución francesa, una forma de devolver la soberanía al pueblo que la había perdido a manos de la aristocracia y la monarquía absolutista. Un supuesto origen divino habría puesto en manos del rey absoluto todo el poder.
Después de más de 200 años de aquella revolución y de infinidad de luchas sociales que trataban de defender al débil del fuerte nos volvemos a encontrar con otro poder absoluto que, gracias a la globalización, hace prácticamente inútiles todos los avances sociales de más de dos siglos. Conseguimos separar el poder absoluto, sobre el que no teníamos control, en los tres poderes que conocemos, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, conseguimos una democracia parlamentaria que nos daba control sobre el poder que, se suponía, emanaba del pueblo y al final volvemos a estar sometidos a un poder absoluto que se llama el Poder de los Mercados Financieros.
En la Revolución francesa al no haber mecanismos pacíficos para recuperar el poder el pueblo tuvo que tomarlo por la fuerza y cambiar las reglas del juego. ¿De qué forma podremos volver a tomar el poder detentado por los mercados financieros? Supongo que la única salida son las revueltas sociales capaces de poner en peligro el propio Estado y cambiar de nuevo las reglas del juego. En un mundo interdependiente los Mercados tienen mucho poder, pero en esencia ese poder es un espejismo porque su base es sumamente endeble, sus pies son de barro. Un pequeño país como es Grecia ha estado a punto de tumbar la moneda única europea y de provocar un cataclismo a nivel planetario. Conforme la presión de los Mercados de Deuda sea mayor sobre los Estados esa presión se convertirá en una pistola apuntando, cada vez con más tino, a sus propios pies.
Nuestro propio organismo, al igual que las sociedades que creamos son sistemas abiertos lejos del equilibrio. Cuando estos sistemas se vuelven inestables (revoluciones) vuelven a encontrar un nuevo equilibrio en base a las nuevas condiciones del entorno. Los Mercados ejercen un poder lineal que tiende a manejar con torpeza las situaciones, buscan una sencilla linealidad que no es real y con ello realimentan positivamente el Sistema provocando "oscilaciones" cada vez más grandes y peligrosas que ponen en peligro la estabilidad y al propio sistema, que al cambiar sus condiciones muta hacia una nueva solución más estable. La realimentación positiva a la que contribuyen las agencias de valoración primero alentaron una sobreponderación de activos, empresas y solvencias y ahora exageran notoriamente el pesimismo sobre la solvencia de las deudas públicas de un cierto número de países (Miguel Boyer:“Ganar dinero apostando al desastre” (EL PAÍS, 30-04-2010)).
Lástima que detrás de todo esto, que explicado así queda de forma muy aséptica, hay infinidad de historias de sufrimiento y tragedias. Hay miles y millones de personas y la Historia vuelve a repetirse una y otra vez. Siempre la misma tragedia, el egoísmo pisando la dignidad de las personas.
Sobre los sistemas lejos del equilibrio y la Historia: Historia, dignidad y efecto mariposa.
Algún detalle más : El caos que vino del orden, el efecto mariposa.
Algunas aclaraciones, repito el párrafo:"Los Mercados ejercen un poder lineal que tiende a manejar con torpeza las situaciones, buscan una sencilla linealidad que no es real y con ello realimentan positivamente el Sistema provocando "oscilaciones" cada vez más grandes y peligrosas que ponen en peligro la estabilidad y al propio sistema, que al cambiar sus condiciones muta hacia una nueva solución más estable".
Lo que llamo Mercados, son los Financieros de Deuda Pública, de Bonos, capaces de doblegar a los própios Estados sin que podamos hacer prácticamente nada los ciudadanos. Un poder ajeno a nosotros, sobre el que no tenemos control y que decide sobre nuestras haciendas y nuestra vida. ¿Existe mucha diferencia con el poder absolutista de los monarcas del Antiguo Régimen?.
Muy interesante, no tiene desperdicio: En diciembre de 1997 Ignacio Ramonet publicó un editorial en Le Monde Diplomatique con el título “Desarmar los mercados financieros” en el que decía, entre otras cosas muy sabrosas, lo siguiente: “El desarme del poder financiero debe convertirse en un interés cívico de primera magnitud, si se quiere evitar que el mundo del próximo siglo se transforme en una jungla donde los predadores impongan su ley”. Seguir leyendo...Los mercados financieros contra la democracia.