2005/12/30

Todo es fractal

Todos los objetos reales que miramos y tocamos son fractales. Ocurre que cuando los percibimos realizamos una especie de idealización de los mismos, los dotamos de una perfección y una continuidad que no tienen. Vemos líneas y superficies por simplificación, la realidad es discontinua, está rota y es imperfecta.
Una línea geométrica perfecta, formada por infinitos puntos que se tocan, no existe en la realidad.A esta línea perfecta se le asigna una dimensión con valor la unidad, al igual que a una superficie perfecta se le asigna una dimensión con valor dos. Pero la realidad es que los objetos suelen encuentrarse a medio camino entre el punto y la recta o entre la superficie y el volumen perfectos.
Una línea quebrada tiene una dimensión topológica igual a la unidad, pero según el grado de irregularidad que presente su discontinuidad a esta dimensión topológica ( ideal) se le suma un factor dimensional. La suma de los dos valores nos da su dimensión fractal.

2005/12/29

El sorprendente vacío cuántico


(Revista Elementos de la Universidad de Puebla, nº53, sobre la teoría que estudia aspectos fractales de las fluctuaciones cuánticas del vacío)

A veces lo más sorprendente es lo que ocurre cada día. La transparencia del vacío, por ejemplo, que todo el mundo da por natural y lógica, puede que no lo sea tanto. Sobre todo si consideramos las tremendas energías asociadas al vacío cuántico. Es un hecho que a la menor distancia posible,10-35 metros (un decimal con 34 ceros detrás de la coma), llamada longitud de Planck, se le asocia una masa del orden de 0.00002 gramos, por el llamado principio de incertidumbre.Si mantuviéramos la misma relación y, de igual manera, asignáramos la masa correspondiente a un metro, nos encontraríamos con la friolera de: 1.2 x 1024 toneladas.

El artículo es muy corto y sólo pretende ser un esbozo de la teoría.
Artículo completo en la revista Elementos, en PDF.

La Bella Teoría


La aventura científica se convierte en la búsqueda de las más sencillas y potentes simetrías (belleza) capaces de descifrar, de la forma más simple, la aparente complejidad del mundo que nos rodea.
Esta página tratará sobre el ESPACIO-TIEMPO FRACTAL. En concreto sobre una teoría que surge al estudiar la dimensión fractal de la energía de las FLUCTUACIONES CUÁNTICAS DEL VACÍO. Al calcular la dimensión fractal de dichas fluctuaciones se encuentra que su valor (aparentemente) es negativo.

Iré ilustrando la teoría y añadiendo links e informaciones sobre física cuántica y sobre fractales.

Para entender, un poco, el nombre de esta página os propongo que leais lo siguiente:
La poesía de la buena ciencia.

No es tan diferente un científico de un poeta. La poesía está ahí, como las leyes de la naturaleza o el más precioso de los teoremas, solo hace falta descubrirla. El poeta descubre la belleza, al igual que el científico; extrae la poesía de la realidad, de la misma forma que el científico es capaz de extraer las leyes que la gobiernan. Ante la armonía, la simplicidad inteligente y la belleza de las soluciones que adopta la naturaleza, el científico se convierte en poeta. Y sólo así es capaz de desentrañar sus leyes más profundas. De hecho, las simetrías desempeñan un papel esencial en la ciencia actual. Se han realizado espectaculares descubrimientos con la simple presunción, y posterior comprobación, de ciertas simetrías matemáticas - ¿poesía? - que la naturaleza se empeña en respetar. Hasta tal punto es así que la aventura científica se convierte en la búsqueda de las más sencillas y potentes simetrías capaces de descifrar, de la forma más simple, la aparente complejidad del mundo que nos rodea. En cierta forma, la complejidad, tal como la entendemos y vivimos, no es más que un reflejo de nuestras propias limitaciones. La poesía es capaz de soslayarlas y dejarnos entrever el mundo maravilloso que existe más allá de nuestros límites racionales.El progreso de la ciencia necesita del científico/poeta capaz de cambiar el marco de nuestra visión miope de la realidad. Cambiando las referencias de partida las preguntas más complejas se convierten en respuestas obvias. Cada vez que las preguntas se complican necesitamos reformularlas dentro de un nuevo marco en el que se hace imprescindible la valentía del artista/científico y el rigor del científico/artista.