Teoría de supercuerdas, diez dimensiones y fractales
Uno de los post más visitados, con casi 6.000 visitas (contabilizadas sólo en 2007), fue
este que vuelvo a publicar. Espero que a los nuevos visitantes os
guste y a los más antiguos también. En este post se supone la hipótesis fractal para la energía de las fluctuaciones cuánticas.
Al respecto es importante repasar el concepto de estructura fractal de
Kenneth Falconer en su obra titulada “Fractal Geometry: Mathematical
Foundations and Applications”, en 1990. En ella describe un concepto de
estructura fractal ‘F’ como la que satisface alguna(s) de las
propiedades siguientes:
(1).- “F” posee detalle a todas las escalas de observación;
(2).- No es posible describir “F” con Geometría Euclidiana, tanto local como globalmente;
(3).- “F” posee alguna clase de autosemejanza, posiblemente estadística;
(4).- La dimensión fractal de “F” es mayor que su dimensión topológica;
(5).- El algoritmo que sirve para describir “F” es muy simple, y posiblemente de carácter recursivo.
Según este concepto, la energía de las
fluctuaciones cuánticas del vacío tendría estructura fractal. A
continuación seguimos con el post que vuelvo a publicar:
La teoría de supercuerdas predice que la unificación de todas las fuerzas ocurre a la energía de Planck, o 1016
miles de millones de electronvoltios ( mil billones de veces mayor que
las energías de que disponemos en los aceleradores actuales). Esto
significa que la verificación experimental de la misma escapa a nuestras
posibilidades y a las que nos podría brindar un futuro previsible y
supone que la teoría decadimensional
( tres dimensiones ordinarias+ seis compactadas + el tiempo) no es
verificable directamente .Sin embargo puede haber alguna forma de
verificación indirecta. En muchas universidades los físicos están
tratando de diseñar experimentos que nos delaten su presencia, pero es
posible que su impronta
haya quedado reflejada en la propia naturaleza del cuanto de acción, y
las fluctuaciones cuánticas del vacío nos puedan decir algo determinante
al respecto.
Benoit Mandelbrot decía que la geometría fractal nos enseña a observar este viejo mundo con unos nuevos ojos.
La existencia del cuanto de acción que está íntimamente unida a la
propia naturaleza de la energía de las fluctuaciones cuánticas del vacío
obliga a que su estructura sea discontinua, escalonada, fractal, por
ello la geometría fractal puede enseñarnos algo que antes no podíamos
ver.
Mandelbrot, se preguntaba cual era la longitud de una costa y observaba
que esa longitud dependía de la unidad de medida que se adoptara para
medirla. Si la unidad es de 5 km. la longitud nos da un valor, pero si
la unidad es de 100 metros nos encontramos con un resultado mucho mayor,
y conforme hacemos más pequeña la unidad de medida nos podremos adaptar
mejor a las irregularidades y obtendremos un valor aún mayor. En el
caso de una costa fractal ideal, podremos disminuir cuanto queramos la
unidad de medida y acabaremos obteniendo un valor infinito.
Mandelbrot |
La Universidad de Chile (2004), en su revista Ciencia Abierta , me publicó el artículo “ Estabilización del vacío cuántico y dimensiones enrolladas”, ( después otros dos más completos) sobre la posibilidad de que el estudio de la energía de las fluctuaciones cuánticas del vacío nos estuviera evidenciando, indirectamente, la existencia de las 6 dimensiones enrolladas que necesita la teoría de supercuerdas. Los cálculos parecen indicar que en el estado en que se adoptó la configuración de 3 dimensiones ordinarias y 6 enrolladas, debió decidirse la propia naturaleza del cuanto de acción.
De ser correctos los resultados significarían una evidencia de la existencia de las 10 dimensiones que necesita la teoría de supercuerdas para ser considerada una realidad plena.
Todo parece formar parte, en cierta manera, de una sola realidad: 10 dimensiones, supercuerdas y fractales.
Un abrazo amigos!!!
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