Tiempo, espacio-tiempo y paradigma holográfico
Conforme avanza nuestro conocimiento sobre el universo aparecen
más interrogantes, vuelven las eternas preguntas que se han hecho los
filósofos de todos los tiempos, aunque la perspectiva ha cambiado
sustancialmente. Los principios básicos que vislumbramos sobre la
gravedad cuántica nos indican que el propio espacio-tiempo no es el
fundamental, eterno e inmóvil referente que siempre hemos creído sino
que emerge de una entidad fundamental discreta (no continua) y su propia
geometría debe estar inextricablemente ligada a las relaciones causales
entre sucesos.
El
libro "The trouble with physics", titulado en español " Las dudas de la
física en el siglo XXI. ¿Es la teoría de cuerdas un callejón sin
salida?", escrito por un gran físico, Lee Smolin,
me hizo pensar en su momento, cuando lo leí, en muchas cosas (es un
libro crítico con la teoría de cuerdas y un buen libro de física) pero
sobre todo en una de gran calado sobre la propia naturaleza del tiempo.
Smolin, reflexionando sobre la futura teoría capaz de armonizar la
relatividad general de Einstein y la mecánica cuántica (gravedad
cuántica), habla de que tiene la sensación de que tanto una como la otra
teoría están profundamente equivocadas sobre la naturaleza del tiempo.
Piensa que estamos pasando por alto algo muy importante y esencial sobre
el mismo.
¿Solución o problema? El tiempo.
Sitúa
el arranque del problema a principios del siglo XVII, cuando Descartes y
Galileo introdujeron, de forma realmente genial, el tiempo como una
especie de otra dimensión nueva del espacio. En una gráfica situaban el
espacio en el eje de las x y el tiempo en el eje de las y, de forma que
el propio movimiento aparecía como una curva estática. El movimiento, en
cierta forma, se congelaba y el cambio se presentaba estático e
inmutable. Desde entonces esta forma de entender el tiempo, según
Smolin, ha influido de forma notable en nuestra propia concepción del
mismo y, posiblemente, nos ha desviado de su esencia que todavía
desconocemos.
Esta reflexión me llevó a escribir el post sobre el ritmo justo del azar.
A partir de un conjunto completamente aleatorio de números construimos
un movimiento aleatorio browniano cuyo ritmo o velocidad de alejamiento
de un punto arbitrario queda perfectamente determinado: cada NxN pasos
que da el movimiento sólo lo alejan una distancia efectiva N. Tomemos
como tomemos los números aleatorios para construir el movimiento
obtendremos el mismo ritmo, una especie de velocidad de alejamiento,
obtenida a partir de un conjunto amorfo de números. Establecemos una
velocidad fundamental, un ritmo, a los que está ligada tiempo y distancia (pasos). Además este ritmo está
directamente relacionado con una característica puramente geométrica,
la dimensión fractal de la trayectoria del movimiento.
Universo conexo y paradigma holográfico
Para
mi, fenómenos como la no-localidad y la coherencia cuántica nos dan una
clave de lo que estamos pasando por alto. No sólo nos equivocamos con
el tiempo sino con nuestra percepción de la realidad. La realidad
formada por realidades completamente separadas nos ha ayudado a avanzar,
a establecer y asentar nuestras verdades científicas, pero quizás ha
llegado el momento de considerar que la única forma de seguir adelante
sea descartar esa desconexión, si queremos de verdad profundizar en la
esencia de nuestro mundo.
¿Es posible que el paradigma holográfico sea
el nuevo camino? Personalmente creo que sí, pero no es es significativo
porque yo lo crea, sino porque lo piensan así importantes físicos como Jacob D. Bekenstein, el Premio Nobel Gerard `t Hooft, de la Universidad de Utrech, Leonard Susskind, Juan Maldacena, de la Universidad de Harvard, o David Bohm.
Mucho
antes de conocer los resultados que da la gravedad cuántica a la
singularidad que representa un agujero negro, en base al paradigma
holográfico deduje una solución similar (que por otra parte, no es
difícil de deducir). De la misma forma que una parte de un holograma,
separada del mismo, es capaz de reproducir (aunque con menor nitidez) el
holograma completo, supuse que un agujero negro representaba esa misma
separación o desconexión del total del universo. En base a esto pensé
que en el interior de la singularidad que representa la materia vuelve a
proyectarse hacia nuevas regiones del espacio-tiempo, en cierta forma,
como un nuevo universo con sus propias características. Siempre
siguiendo este hipotético paradigma, se podría suponer que su constante
de acción de Planck sería bastante más grande que en el nuestro, lo que
supondría una menor definición y mayor incertidumbre (se correspondería
con la menor nitidez en la holografía).
Materia-energía e información
No sabemos con total seguridad si todavía existe un nivel de estructuración de la materia aún
oculto para nosotros. En este caso los quarks y leptones serían
formaciones compuestas de partículas todavía más elementales, pero,
independientemente de ese nivel de elementalidad, del estudio de las
propiedades de los agujeros negros se han deducido los límites absolutos
que acotan la información que cabe en una región determinada del
espacio. Teniendo en cuenta que esos límites dependen de la materia y
energía contenida en ese espacio es asombroso que se pueda deducir un
límite sin conocer ni siquiera, con absoluta certeza, el último
componente de la materia.
Sea cual sea el último componente de la
materia existe un límite en la información que es capaz de soportar una
región determinada del espacio y curiosamente ese límite depende
directamente de la superficie capaz de englobar esa región. Si esa
superficie la consideramos como el área del horizonte de sucesos de
un agujero negro, es como si la información estuviese escrita sobre
esta superficie, de suerte que cada bit (cada 0 ó 1 de la codificación
digital) correspondiera a 4 áreas de Planck (10 –66 centímetros cuadrados), como en una especie de holograma.
Nueva edición de uno de mis post clásicos. Un abrazo amigos.
1 comentario:
Precioso articulo.
Fue leyendo a Henry Stapp, cuando me di cuenta de un aspecto del tiempo que jamas habia considerado.
El tiempo real, el que experimenta un sistema en el universo, no el teorico de nuestras teorias, es el asociado a la creacion de informacion, emergente de los posibles multiples resultados de cada 'sistema cuantio', cuando interactua con observadores.
El tiempo es la medida de la creacion de informacion realizada cuando de un experimento en el que pueden salir 'n' resultados, sale uno solo.
Lo recogi en este sitio mio, por si no se explicarme: https://cienciaytiempo.wordpress.com/2013/06/25/mecanica-cuantica-sobre-la-flecha-del-tiempo/
Me ha resultado curioso que tu tambien, igual que yo en ese post, recojas a David Bohm.
Empiezo a dudar de que la mente humana llegue a comprender realmente que es la realidad.
Gracias por tu blog.
Javier.
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