2007/04/24

En la verdad física

¿Pueden dos eminentes físicos elegir un poema como lema de su obra de divulgación sobre física de partículas? ¿Pueden, además, maravillarse de que el poeta haya empleado sólo unas palabras para expresar una idea, mientras ellos han necesitado varias páginas para conseguir lo mismo?. La respuesta a ambas preguntas es afirmativa, y el poema es "Liberté" de Paul Éluard:

En las formas centelleantes,
en las campanas de colores,

en la verdad física,

escribo tu nombre.

Libertad.

¡Escribir el nombre de la libertad en la verdad física! (según los autores, curiosa coincidencia de términos a continuación) :

Las formas centelleantes nos sugieren a los principales detectores en física experimental de partículas: "las cámaras de centelleo", donde se consiguen "formas", a veces, muy artísticas. Los colores parecen aludir a uno de los mayores progresos teóricos: la cromodinámica cuántica, basada en el "color" de los quarks. Y dentro de esta teoría se ha descubierto la propiedad fundamental de la "libertad" asintótica. A distancias pequeñas, que convergen asintóticamente a cero, la fuerza entre los quarks es muy pequeña, practicamente se mueven con total libertad. A mayores distancias aumenta, enormemente, la fuerza que ayuda a mantenerlos confinados.

Los físicos:

Los dos físicos, a los que aludo al principio, son Gilles Cohen-Tannoudji, físico teórico y profesor de la Universidad de Paris XI-Orsay y del Instituto Nacional de Ciencias y Técnicas Nucleares, y Michel Spiro, físico experimental que participó en el experimento UA1, que permitió descubrir los bosones intermedios, necesarios para unificar las interacciones electromagnética y nuclear débil. El libro de divulgación es "La materia-espacio-tiempo" (Espasa-Universidad), título sugerente que encierra un hecho asombroso: el espacio vacío está lleno de campos de interacción (fuerza) que, en virtud de los principios relativistas y cuánticos, están sometidos a fluctuaciones cuánticas.Estas fluctuaciones corresponden a la materialización de los campos durante lapsos muy breves. Toda la materia y todas las interacciones están presentes en el espacio vacío, suponiendo intervalos de tiempo lo bastante cortos.

Evolución de la ciencia:

La llegada de la ciencia a la era experimental le permitió emanciparse de la filosofía, que pretendía dictarle sus objetos de investigación o llenar las lagunas del conocimiento. Pero si ahora la ciencia pretendiese a su vez imponer ideas estrictas y dogmáticas, como el mecanicismo o el reduccionismo ingenuo, estaría condenada al anquilosamiento... Se trata de organizar una lógica del universo que nos rodea, de buscar los hilos que penetran la diversidad del mundo, de buscar la unidad en lo múltiple... Materia, espacio y tiempo son indisociables... La física no tiene la exclusiva en la búsqueda de la verdad, pero los demás enfoques, sean filosóficos o políticos, místicos o estéticos, ya no pueden prescindir hoy del conocimiento científico.

Libro de divulgación científica lleno de verdadera poesía, aunque no por ello sencillo:
¿Qué es una fuerza? La interpretación geométrica de la teoría de la relatividad general aplicada por Einstein a la gravitación universal puede extenderse a todas las interacciones fundamentales. Todas las interacciones fundamentales se derivan de un principio de invariancia gauge, invariancia de la dinámica por operaciones de simetría interna que dependen del punto de espacio-tiempo en que se aplica. Las fuerzas pueden describirse gracias a la geometría de la materia-espacio-tiempo.


2 comentarios:

Hipatia dijo...

Hola Salvador:
Esto que has escrito ¡es poesía!:

"Se trata de organizar una lógica del universo que nos rodea,
de buscar los hilos,
que penetran
la diversidad del mundo,
de buscar la unidad
en lo múltiple..."

En concreto, los dos últimos "versos" son preciosos.

Al hilo de tu freflexión sobre la evolución de la ciencia, te traigo un poema de Carlos Bauzano, titulado "a LA CIENCIA".

"Por ti siglos oscuros se han borrado,
por ti la noche es menos noche oscura,
por ti el alba aparece clara y pura
y el doliente se siente confortado.

Los clérigos reales han dejado
las aras por la lente de la albura
y cercan al misterio, a su foscura,
y claro nos lo vuelven, encarnado

en hondo conocer, en transparencia
de signos que redime de dolores.
Todo es ya luz, peso, color, esencia.

Y los átomos cantan resplandores,
el mundo alumbran en tu nombre, oh ciencia.
iViva la fiesta, amantes y amadores!"

Gracias por la reseña del libro y por el artículo. Aquí siempre encuentro algo reveledor.

Saludos desde la Enterprise.

Salvador Ruiz Fargueta dijo...

El mayor mérito es del libro. Es asombroso como los científicos, conforme descubren las maravillas de orden y armonía que encierran las leyes del universo, se acercan a la filosofía, al arte y a Dios (aunque no crean en él).
Saludos.