2022/10/01

¿ Existe un futuro?

Si nuestro futuro depende de un simple aleteo de una mariposa, ¿podemos

asegurar que tenemos un futuro?


Existen sistemas lineales y sistemas no lineales. Los lineales pueden ser representados

por una simple línea, por una recta. Son los sistemas más sencillos de predecir, vemos su

progresión con el tiempo y podemos saber cómo se van desarrollando. Los sistemas no

lineales, en general, son difíciles de predecir y algunos de ellos son muy sensibles a las

condiciones iniciales. Esto quiere decir que “un simple aleteo de una mariposa” puede

desencadenar una serie de realimentaciones capaces de hacer, prácticamente, imposible

la predicción de su desarrollo. El sistema asociado al tiempo atmosférico, el clima, es de

ese tipo, por ello es tan difícil su predicción a largo plazo. Observando un sistema así en

un superordenador podemos apreciar como cambiando un mínimo detalle, en las

condiciones iniciales, desemboca en resultados completamente divergentes.


Atractor de Lorentz

El primero de éstos sistemas fue descubierto, por casualidad, por el meteorólogo Edward

Lorenz cuando trataba de encontrar un modelo matemático que permitiera predecir el

comportamiento de grandes masas de aire. Consiguió ajustar el modelo a sólo tres

variables que indican cómo cambian la velocidad y la temperatura del aire a lo largo del

tiempo (atractor de Lorenz). Después de haber estudiado el modelo, volvió a introducir los

datos iniciales -esta vez con menos decimales- y el resultado que obtuvo fue

completamente diferente del anterior. Cuando reflexionó sobre los resultados se dio

cuenta que el sistema era extremadamente sensible a las condiciones iniciales: pequeñas

perturbaciones en los datos de partida tienen una gran influencia sobre el resultado final.

Sus ecuaciones captaban la esencia de la verdadera atmósfera. “Aquel primer día

(invierno de 1961) decidió que los pronósticos amplios estaban condenados a la

extinción”. Pero vio más que azar en su modelo del tiempo: una fina estructura

geométrica, orden disfrazado de casualidad.


Para explicar de una manera gráfica – y exagerada - la cuestión se le ocurrió que el

simple aleteo de una mariposa, que no se hubiera tenido en cuenta en los datos iniciales,

podía modificar una predicción hasta hacerla totalmente inviable después de un

determinado tiempo. Para estudiar estos sistemas se requiere de una metodología

diferente. Su estudio se realiza en el llamado espacio de fases, un espacio abstracto en el

que se representan todas las variables dinámicas del sistema. Por ejemplo, un péndulo

simple ideal se vería representado por dos variables, la velocidad y la posición de la masa

suspendida. Su representación podría hacerse en el plano y sería una circunferencia.

Cada punto de la misma representaría dos cantidades, la velocidad y la posición, en ese

momento.


Cuando descubrí estos sistemas no pude dejar de pensar en la propia Historia de la

Humanidad, en la cantidad de pequeños detalles que la han cambiado a lo largo de los

tiempos, y en lo incapaces que somos de gobernarla. Y cada vez somos más, y una

sociedad más y más compleja. ¿Tenemos alguna forma de actuar sobre nuestra sociedad

para conseguir que sea un sistema más estable, más lineal -dentro de lo posible- y

predecible?


Nuestra sociedad a nivel nacional e internacional está formada por individuos, por grupos

de todo tipo y de todos los tamaños, de mayor o de menor poder, relacionándose entre sí.

Es esencial que esas relaciones sean lo más fluidas y respetuosas si queremos una

sociedad lo más estable e inmune al aleteo de la mariposa. Y, simplificando la cuestión,

sólo conocemos una forma, fomentar la justicia y la igualdad, la educación, y el respeto a

la dignidad que merece cualquier persona y grupo… Esa es la única y difícil forma que

tenemos para desligar nuestro futuro del azaroso aleteo. La complejidad de nuestras

sociedades necesita alejar cualquier pequeña turbulencia capaz de alterar situaciones

críticas o peligrosas. Así de difícil lo tenemos: el futuro será justo, igualitario y respetuoso

con nuestra dignidad o, simplemente, no será.


Se pueden intentar atajos, los poderosos los intentan, pero en sistemas tan complejos

como el que representa nuestra propia Historia ocurre como con el tiempo atmosférico:

podemos hacer previsiones a corto plazo y es posible que no nos equivoquemos, pero a

medio o largo plazo no acertaremos. Por eso la infinidad de confabulaciones de las que se

habla, reales o imaginarias, simplemente son inútiles: la complejidad del sistema que

representa nuestra Historia es tal que cualquier cálculo egoísta, lejos de conseguir lo que

se propone puede resultar tan perjudicial o más para el propio confabulador. La

complejidad es el problema, pero esa complejidad nos indica sin lugar a dudas cual es la

solución.


Nota final.- En realidad la situación es todavía más complicada: el que he llamado

sistema de la Historia es un conjunto de sistemas que engloba las interacciones humanas

con el sistema del clima terrestre, con los demás animales (enfermedades, plagas) y con

el propio sistema geológico terrestre (volcanes, terremotos), entre otros. Lo apuntado,

sobre la justicia e igualdad, tendría que derivar en una verdadera conciencia global, con

un sistema político que la complemente y que, finalmente, consiga simplificar las

relaciones entre sus partes y hacerlo más estable.

 

Post de mi colaboración con la revista de la Asociación del Vedat (Torrent) Valencia.

En memoria de mi madre, Rosa fargueta Roig, que hoy habría cumplido 90 años.

3 comentarios:

tu anciana abuela dijo...

Si la humanidad llegara a la perfecta igualdad, justicia, lealtad y honradez, tendría como premio el haber convertido su inquieto mundo en un plácido termitero.

Empezar en un idílico, aburrido y vegano, jardín del Edén, donde comer manzanas se considera una picardía, para terminar en el Mundo Feliz de Huxley... 🤔🤔

No se, no se...

Salvador Ruiz Fargueta dijo...

En relalidad lo que quiero decir es que no tenemos ningún control, ninguno, sobre nuestra historia futura. El sistema de nuestra historia es caótico, extremadamente sensible a millones y millones de millones de sucesos capaces de hacerlo cambiar en cada momento. Apunto a que tratemos de estabilizar el sistema lo mejor que podamos. Pero Dios si que juega a los dados con nuestro futuro, sólo nos queda cargarlos mínimamente en una de las caras que nos ofrezca un futuro algo más estable y con un mínimo de mejor control...

tu anciana abuela dijo...

Lo he entendido, y tienes toda la razón. Como decía el otro, las previsiones del futuro, ! Esas si que son difíciles!

No hay mas que leer las previsiones de los grandes gurús sobre como íbamos a salir de la crisis del 2008 para hacerse una idea.

Lo importante no es el futuro inmediato, sino el Gran Atractor. Un mundo mas austero, a la larga, nos llevará a un mundo mas feliz.

Como cuando conduces, que lo primero que te dice el profesor es que no mires lo que tienes delante si no el horizonte.

Un saludo